El sábado pasado como siempre al mediodía nos encontramos en Retiro y fuimos al comedor de Ramona. Encontramos casi 20 chicos que vinieron a nuestro taller. El tema de la práctica eran "cohetes". Los cohetes eran simplemente botellas de plastico de medio litro y para dispararlos usamos un inflador de bicicleta que habíamos preparado antes con un corcho en la válvula de escape para que que la punta del tubo del inflador entre en la boca de la botella tapandola. De esa manera pudimos inflar las botellas. Tuvimos suerte con el lindo día sin lluvia porque los cohetes no se pueden disparar dentro de la casa.
Al principio a los niños les dimos botellas y ellos los decoraron con papel y dibujos. Por la cantidad sorprendente de 20 chicos surgió una falta de botellas pero Ramona nos consigió un par de botellas más y al fin alcanzaron para todos. Cuando todos habían terminado su cohete, salimos a la calle para disparar los cohetes. Los pusimos en una pequeña rampa e los inflamos. Cuando la presión del aire dentro de la botella llegó a un cierto nivel crítico, la botella se soltó y voló varios metros a lo largo de la calle. Observamos que las botellas alcanzaban distancias impresionantemente largas cuando poníamos un poquito de agua adentro y las inflabamos de manera de que la boca de la botella estaba más bajo, así que el agua estaba en la boca y el aire entrando pasaba por el agua. Finalmente, tomamos la merenda y acompañamos a los chicos a sus casas. Nuestro intento de empezar a hacer también apoyo escolar durante el taller de ese día desgraciadamente falló porque parece que los niños no tenían muchas ganas de estudiar un sábado mientras estaban pasando cosas muche más divertidas. Además de eso empezamos a averiguar algunos datos sobre los chicos porque siemopre nos olvidamos de muchas cosas. Por ejemplo, vamos a escribir una lista con los cumpleaños de los chicos para festejarlos cada mes.
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