En las últimas semanas ha tomado estado público la situación de más de 1630 jóvenes investigadores formados en el país que están siendo expulsados del Sistema Científico Nacional. Se trata del resultado de las convocatorias del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), principal ente Estatal que emplea a los científicos del país. En el caso de la convocatoria para acceder a becas postdoctorales 2011 se presentaron 1506 doctores. De ellos, 726 no ingresaron (48,8%). En el caso de la convocatoria para ingresar a la Carrera del Investigador Científico se presentaron 1452 doctores. De ellos, no ingresaron 904 postulantes (62,3%). Sintetizando, sólo en el CONICET en el año 2011 han quedado afuera 1630 (904 + 726) investigadores especializados en distintas áreas del conocimiento. Esta realidad no sólo impacta negativamente sobre la situación individual de cada uno de los profesionales formados, sino que afecta en forma directa el desarrollo de proyectos de investigación y la ciencia en general. Ambos requieren la consolidación de grupos de trabajo en donde los jóvenes investigadores constituyen uno de los eslabones más importantes de dicha estructura.
Esto se agrava aún más cuando muchos de los postulantes obtuvieron excelentes calificaciones en las evaluaciones (incluso varios de ellos superiores a 90/100), fueron recomendados por las comisiones evaluadoras del CONICET para continuar con sus investigaciones, pero aún así han quedado afuera. Ni siquiera se han publicado los órdenes de mérito correspondientes ni los criterios que se utilizaron en las evaluaciones, lo cual contradice el más mínimo principio de transparencia que cualquier institución pública debe tener. Peor aún, se han encontrado casos de explícita discriminación ideológica, de género o de edad en el resultado de las evaluaciones (por ejemplo el caso de Fabián Harari).
Como respuesta a esta situación se han realizado dos movilizaciones de alrededor de 400 becarios e investigadores a las puertas del CONICET y se ha entregado un petitorio firmado por más de 2000 becarios, investigadores, personal de apoyo y docentes universitarios de todo el país. Hemos logrado que se convoque a una reunión extraordinaria del Directorio del CONICET para analizar esta cuestión, pero la única respuesta en concreto que nos han dado es la designación de 106 becas postdoctorales adicionales que no resuelven la gravedad de este problema. Resulta indignante que las autoridades del CONICET se sigan negando a publicar los órdenes de mérito de las evaluaciones.
La formación de los científicos es costosa, y es una obligación de cualquier gobierno hallar las políticas que permitan la continuidad laboral dentro de su territorio de los profesionales e investigadores formados. Entendemos que la expulsión de los más de 1630 jóvenes científicos del Sistema Científico va a contramano de la jerarquización del sector que tanto se anuncia. La expulsión de tales recursos significa, en muchos casos la discontinuidad o interrupción de líneas de trabajo que, paradójicamente, han sido apoyadas y financiadas desde el CONICET o desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología. La inversión y el esfuerzo que demanda de la sociedad, de los directores de las investigaciones a cargo de la formación y fundamentalmente de los propios jóvenes científicos, son sumamente elevados como para desaprovechar el potencial que han logrado alcanzar.
Es el pueblo argentino el que financia la formación de investigadores durante más de 6 años de carrera de grado y 5 de carrera de postgrado, por lo tanto debe existir una planificación estatal que posibilite poner estos recursos humanos altamente calificados al servicio de los intereses del pueblo y la nación. Esta responsabilidad institucional es ineludible. No se puede dejar librado "al mercado" la planificación de nuestro desarrollo científico-tecnológico ni la inserción laboral de los investigadores formados en el país.
Resulta contradictorio repatriar 800 científicos del exterior en los últimos 8 años y en tan sólo uno expulsar a 1630. Invertir millones en difundir la ciencia argentina en grandes eventos como Tecnópolis resulta un sinsentido si al mismo tiempo no garantizamos la continuidad laboral de nuestros jóvenes científicos. Sobre todo, cuando esos científicos reafirmaron su voluntad de continuar realizando sus investigaciones en Argentina al aplicar a las convocatorias del CONICET y cuando el propio organismo reconoce que no se trata de un problema de limitación presupuestaria sino de una decisión política trazada por el gobierno nacional para el sector científico.
Ante esta situación exigimos se implementen a la brevedad medidas que den respuesta al problema inmediato, pero también que se replanteen políticas científicas integrales y con continuidad en el tiempo, único camino para tener una crecimiento verdadero, sólido y sustentable, con capacidad de incidir de manera transformadora en la realidad de nuestro país y nuestra sociedad.
Exigimos:
1) Otorgamiento de la beca postdoctoral o ingreso a Carrera de Investigador Científico (CIC) según corresponda, a todos los doctores expulsados cuya evaluación de desempeño ameritó la recomendación positiva por parte de las comisiones evaluadoras correspondientes.
2) Transparencia, coherencia y justicia en los concursos, con criterios previamente establecidos, órdenes de mérito y líneas de corte públicos para terminar con cualquier tipo de discrecionalidad por parte de las autoridades. Ampliación y revisión pública de los dictámenes no favorables que omitieron antecedentes. Prohibir la discriminación por género, edad, formas colectivas de generar conocimiento e ideológica (caso Fabián Harari en Ingreso CIC) en los dictámenes de cualquier convocatoria.
3) Presencia de Veedores Becarios y Veedores Gremiales en las comisiones evaluadoras de Becas e Ingresos CIC.
4) Eliminación de la cláusula que impide la solicitud de ingreso a la CIC en caso de haber presentado una recusación al dictamen de la convocatoria anterior.
5) Hacer público el Orden de Merito usado para la otorgación de las Becas Tipo I, Tipo II y postdoctorales usadas en la convocatoria 2011. Mayor número de Becas Tipo I, ante la gran cantidad de concursantes con excelente calificación que quedaron sin beca.
6) Discusión democrática y formulación pública de las prioridades temáticas y los criterios geográficos a mediano y largo plazo para el otorgamiento de becas, ingresos CIC y subsidios de investigación de acuerdo a las verdaderas necesidades de nuestro país, evitando
arbitrariedades y garantizando la continuidad laboral de todos aquellos que cumplen apropiadamente con su trabajo académico.
7) Reformulación del estatuto del CONICET para garantizar el cumplimiento de los puntos anteriores, asegurando la transparencia de la Institución en todas sus actividades.
8) Aprobación de un Nuevo Régimen Laboral para los Becarios/as, con pleno reconocimiento de derechos laborales (aportes jubilatorios, aguinaldo, licencia por maternidad, obra social, etc.)
Jóvenes Científicos Precarizados – Regional Buenos Aires (JCP-Bs As)
Para mandar adhesiones escribir a prensa.jcp@gmail.com
Desde Sur en exactas repudiamos el despido de los jóvenes investigadores del CONICET y denunciamos el doble discurso del Ministerio de Ciencia y Técnica: por un lado la repatriación de científicos y por el otro la expulsión de 1630 investigadores formados en el país.
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